domingo, 31 de julio de 2011

Después de algún tiempo

Hay un punto en tu vida en el que te das cuenta de que necesitas vivirla, porque habrá pasado y ni te habrás dado cuenta o será demasiado tarde.
Te das cuenta de que necesitas amar, soñar, correr, gritar, disfrutar...
Y ahí es cuando amas, sin miedos, con toda la pasión de este mundo, con toda la sinceridad, como si en ello se te fuera la vida, que al final sí que se va.
Ahí es cuando sueñas sin límites, creyendo que sí que se harán realidad esos sueños tan deseados.
Corres hasta que tus pies ordenan pararse, hasta que ya no pueden más, pero has llegado hasta tu destino, feliz, como nunca.
Gritas, hasta quedarte afónica, hasta que tus cuerdas vocales dejan de existir.
Ahí es cuando disfrutas, disfrutas de verdad. Cuando te das cuenta que no tendrás una segunda vida, para vivir. Es ahora o nunca.
Y lo mejor de todo esto, es que no importa, como termines al final del camino... Lo que importa es el camino,  no la meta.


No hay comentarios:

Publicar un comentario